Hace un tiempo, un amigo que me estaba ayudando me dijo que podía devolverle el favor ayudándole a “curar su soberbia”. En ese momento me lo tomé a broma, creo que acerté, no lo decía en serio.
Pasados unos meses llegó a mis manos un artículo de Antonio Marina dedicado a la soberbia, y yo, ni cota ni perezosa, le mandé un mail diciendo:
Je,je,je mira que he encontrado!!!
Y le mandé el artículo…pero me equivoqué!!!!
Evidentemente no analizo a mis amigos y por eso no me di cuenta de que no estaba para nada preparado para leerlo!!!!
Esto me recordó a Eric Berne y sus posiciones de vida o, para simplificar, la manera cómo nos situamos frente a los demás en función de la seguridad que tenemos en nosotros mismos o de nuestro nivel de autoestima..
Yo siempre cuento que «la posición de vida» es la máscara o el disfraz con el que nos presentamos para interaccionar con los demás y seguro que en las diferentes posiciones de vida que os explico a continuación, os reconoceréis a vosotros y a la gente que os rodea:
1- En primer lugar, la posición más sana. Yo se reconocer mis valías y además no tengo ningún problema en reconocer las valías de los demás. Estar en esta posición me hace sentir capaz para afrontar todo aquello que vaya surgiendo en mi día a día de una manera eficiente. Es la posición en la que deberíamos encontrarnos de forma natural o a la que deberíamos llegar después de un proceso de terapia a no ser que tengamos algún tipo de déficit que nos lo impida.
2- En segundo lugar encontraríamos a aquellas personas que llevan una máscara de almas en pena que van arrastrándose por la vida,… son personas que piensan que siempre cometen errores, que se equivocan, que no sirven para nada, que los demás siempre les van a engañar, que las personas que les rodean son malas, que ellos están mal pero el entorno no les quiere ayudar, que los demás son idiotas….Son personas que no creen ni en ellos ni en nada ni en nadie! No tienen ninguna esperanza. No pueden ver ningún sentido a la vida. Generalmente haber oído desde pequeñitos mensajes desesperanzadores o haber vivido situaciones que les han hecho almacenar oído contra el mundo les ha llevado a posicionarse aquí.
3- En tercer lugar tenemos a las personas que llevan una careta de perrito de mirada triste que se queda tendido a nuestros pies. Son aquellas personas incapaces de reconocer ninguno de sus valores pero totalmente conscientes de los valores de los demás. Siempre piensan que ellos son unos inútiles, que no sirven para nada y que se comparan con los demás a los que ven capaces de casi todo y que por tanto los admira. Se presentan como personas bastante sumisas y que a menudo presentan episodios de ansiedad o depresión. Puede ser que un trato demasiado exigente y rígido les haya perjudicado, pero también una sobreprotección o exceso permisivo las ha podido llevar hasta aquí.
4- Por último encontramos a aquellos leones altivos , soberbios y arrogantes que ven en ellos todos los valores que puedan existir y que no reconocen ningún valor en los demás . Su tendencia es a echar la culpa a los demás y pensar que el origen de los problemas está fuera de ellos. Aunque a primera vista puedan parecer personas que emanan seguridad, no es así, tienen un profundo problema seguridad causado por un deficiente nivel de autoestima. Y que les ha llevado aquí? Pues en algunos casos han tenido que luchar por sobrevivir al enfrentarse a situaciones que no sabían muy bien como resolver y en las que no han tenido el apoyo necesario. También la falta de límites firmes y al mismo tiempo afectuosos les puede llevar a tratar a los demás con desprecio.
Evidentemente la posición más deseable es la primera, pero seguro que en alguna ocasión nos hemos encontrado en una de las otras tres… ser conscientes de en qué posición nos encontramos, querer salir de ellas y buscar ayuda para conseguirlo seria una actitud sensata, no os parece?